Soy consciente de que mi blog no es que esté para enseñarlo, pero ello es algo que se solucionará con el tiempo que tarde en encontrar un informático, que tenga más palabra que el último con quien hablé del tema y que me dejó colgado en el último minuto.
No obstante, ello no me va a impedir formular aquí una declaración de principios, a modo de pistoletazo de salida, después de unas cuantas entradas de prueba. De modo, que todo aquél que se acerque a este sitio, pueda imaginar, más o menos, lo que se va a encontrar.
Soy liberal por parte de padre y conservador por parte de madre. El Estado se me antoja un mal menor y las individuas un mal mayor.
Soy incapaz de imaginar un sistema económico más rentable que el capitalismo, incluso para los ricos de cuna, desvergonzados derrochadores y votantes convencidos de que con Gallardón les llegará el paraíso terrenal.
Creo que la democracia no es más que dos y dos, que casi siempre son cuatro, adjudicándole el casi a Zapatero que, de momento, sólo ha ganado con muertos de por medio.
No estoy orgulloso de ser español, el estar es transitorio. Llevo ser español con el orgullo propio de quien reconoce que las berenjenas de Almagro, los melones de Tomelloso y las tetas de Agustina de Aragón son inalienables, inembargables e imprescriptibles.
Soy cristiano, hasta tal punto, que no me importa juntarme con las putas. No soy católico, o soy un mal católico, más que nada porque no creo en la indisolubilidad del matrimonio. Ello no me impide vivir con fervor la Navidad y la Semana Santa. Cordero lechal y torrijas incluidas.
Mis aficiones son las corrientes. Aparte de la lectura obsesiva compulsiva, escuchar música clásica, jugar un poquito al baloncesto con mis hijas, dar largos paseos con descanso para el cigarrito, las películas de buenos y malos, tocar la guitarra y la flauta, cuando tengo tiempo y cocinar con esmero y dedicación, me gusta bastante la tirolina desde el sillón al sofá. Es decir, que mi afición más reconocible es no hacer absolutamente nada.
Y para terminar un consejo: si alguna vez la casualidad les pone este blog en pantalla, no se fíen. El titular pudiera ser un infiltrado del CNI de Chakón en la red. Es broma.